El Teatro Total[1]. Walter Gropius, 1927.
El director y escenógrafo Erwin Piscator (1893-1966) encarga a Gropius un teatro de 2000 asientos para su compañía. Debe permitir una total flexibilidad de escenarios y proyecciones cinematográficas intentando involucrar al máximo al espectador en la acción escénica.

La cubierta-óvalo apoya en 12 columnas, en un extremo, el triple escenario elevado posibilita la utilización unitaria o simultanea. Del peine cuelgan decorados evitando las desventajas de la escena giratoria y el anillo a ambos lados facilita la entrada de escenografías rodantes y ocupar el anfiteatro escalonado con sillas.
El círculo pequeño puede ascender y descender -funciona como un proscenio del triple escenario- con lo que el actor puede avanzar descendiendo hacia el público o retroceder ascendiendo.
La sala se transforma completamente girando el círculo central 180º, entonces, el círculo pequeño se convierte en una arena central completamente rodeada de público. Este cambio puede realizarse durante la función, llegando el actor desde el perímetro del círculo, por las rampas o desde el techo mediante una plataforma y escaleras, permitiendo cualquier acción perpendicular sobre la arena.
Gropius incorpora los últimos sistemas de proyección y sonido existentes a finales de los años 20. Los decorados y objetos pueden ser complementados o sustituidos, por imágenes y proyecciones luminosas en movimiento “ahorrando en gran parte el material escénico real”. Un horizonte semicircular permite proyecciones y retroproyecciones móviles en el escenario triple. La totalidad de la sala se transforma mediante 12 pantallas transparentes y proyectores situados entre las columnas, al mismo tiempo, se puede hacer proyecciones desde la torre central que cuelga del techo, logrando un espacio de gran virtualidad (público rodeado de agua o inmerso en una multitud que avanza) que Gropius denomina “espacio proyector”
La sala se transforma completamente girando el círculo central 180º, entonces, el círculo pequeño se convierte en una arena central completamente rodeada de público. Este cambio puede realizarse durante la función, llegando el actor desde el perímetro del círculo, por las rampas o desde el techo mediante una plataforma y escaleras, permitiendo cualquier acción perpendicular sobre la arena.

Se trata de : “…hacer el mecanismo escénico tan impersonal, manual y variable como para que en ningún momento puedan descubrirse las huellas de determinado director artístico, dando así margen a que se desarrollen naturalmente la diversas interpretaciones…”
José de Coca©2011
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